Tal vez sea aquella quien tú quieres…
Tal vez sea quien no quiero ser yo.
Tal vez sea el pálido reflejo
de una sombra en el espejo
de algún sueño que partió.
Me he graduado de experta
en mentiras
y algún lauro en fingir e
imitación.
Una actriz de veinticuatro
horas,
doctora y profesora
de la falsificación.
Y me asomo a la ventana en los
ocasos.
Y me busco hurgando en mi
interior.
El presente se me hace tan
remoto
soy solo el copiloto
de un auto sin motor.
¿Para que cuidar la planta
que se seca?
¿Para qué pintar de blanco
ese marrón?
Si a la final, partida la
cabeza,
me baña la tristeza
de este mal amor.
No hay nada, me planto y me
resigno.
No hay nada, ya me quedé
sin voz.
Me voy para no seguir
muriendo
por algo que no entiendo,
tal vez… lo entiendas vos.