miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ande apenas la vi fue tuito
un concierto e’ sonrisas,
mi cara mostraba prisa
por reflejar mi ansiedá,
nunca una moza en verdá
me puso loco a tal punto
que me sentí un mocito
a pesar de mi larga edad.

Hombre curtido en el campo
que aprendió a los bastonazos
que uno se ata un lazo
cuando confiao da el si..,.
¡pero ese color carmesí
que le pintaba la boca
me yamaba como loca
y atrás de eya me fui.

En sus ojos me perdí
y eya fue mi perdición…
imaginen la función
de una historia repetida
que apuró la despedida
con la cola entre las patas…
¡era casada la ingrata!
y jugaba de aburrida.

Ta bien, no vale naides la pena
una lágrima en mis ojos,
si bien yo fui su antojo
seré también su gran pena,
pues le hice entender de una
que eya fue la que perdió.
¡Ahijuna quien la parió
me trastocó la fortuna!

A trancos volví a mis pagos,
casi lo mato al overo,
mas huidor que viajero
este momento aciago.
Con el orgullo herido
y el corazón desangrao
me fui rumiando en silencio:
“Gaucho malevo ¡tan pavo!”

La luna y el ángel

Baja la luna hacia el valle
donde una aldea dormía
buceando en el manto negro
que a los ojos cubría.

Y recogiendo los sueños
que cada aldeano tenía
los convertía en estrellas
que en la noche refulgían.

Todas las noches lo mismo,
una labor que con celo
afanoso conseguía
armar un mapa en el cielo.

Un ángel miraba atento
tanto trabajo y tesón
le daba risa la luna
porque era un ángel burlón.

Y por molestar a la luna
fue andando casa por casa
golpea todas las puertas
y a cada vecino abraza.

Y ganada su confianza
le abrían su corazón
y cuando esto ocurría
les robaba la ilusión.

Con su bolsa henchida de sueños
huye el ángel ladrón
disfrutando de antemano
todo el daño que causó.

Pertrechado en una nube
se sentó paciente a esperar
a la luna que muy pronto
no tardaría en llegar.

Pasmada quedó la luna
al no hallar lo que buscaba
los sueños se habían ido
helando sus manos blancas.

Se fue muy triste la luna
y la noche oscura en duelo
hacia que conjugara
con aquel gran desconsuelo.

Y el ángel quedando sin luz,
a tientas buscaba el rumbo
que no podía encontrar
ni el cielo ni el mundo.

Tropezando consigo mismo
maldijo la bolsa aquella
dejando caer los sueños
formando un polvo de estrellas.

A veces, como aquel ángel,
tomamos lo que ajeno
mas luego, al saberlo inútil,
como este ángel del cuento

estafador, desleal,
ladino y embustero,
ultrajamos las cosas bellas,
herimos los sentimientos.

Deleite interior


Tantas cosas quisiera decirte
tan profundas tan lindas palabras…
que me cierra la boca una lágrima
que se escapa de mi corazón.

Solo puedo aprender a leerte
tu mirada es una poesía
y calladas tu alma y la mia
se conjugan con honda pasión.

Estribillo
Vibra en el silencio el deleite interior
una profunda agonía,  mensajes en el viento,
un placer que no se acaba y te roba el aliento.

No te vayas, todavía no es la hora, no es el momento
todavía falta tanto, amor mío no acabemos
no termina aún la noche …

Estribillo
Vibra en el silencio el deleite interior
una profunda agonía,  mensajes en el viento,
un placer que no se acaba y te roba el aliento.

Lazos de amor


No hay lazos más fuertes que el amor,
ese amor fundado en alegrías,
una cómplice semilla que germina
al amparo de mi humilde devoción.
¡Y tú juegas al fragor de mi emoción!
de mis mas puros deseos y osadías
y me humillas con tus dudas y remilgos...
una muestra de descaro y cobardía.
¿Qué le haces a mi amor, cruel pesadilla?
¿es que acaso no te vence mi candor?
cuando abro y desnudo el corazón
al estrado de tus pies sin que me ciña
a corteses estamentos de prudencia
y me vuelque sin recato y sin medida.
Aunque seas mi verdad o amor de un día
yo sin pausa me descubro ante vos…
¡Pero vos! que con saña maliciosa
no me quitas ni me das todas tus cosas,
te diviertes con mi entrega y mi dolor.
Juego infame que me arrastra moribunda
con la déspota cadena de ilusión
¡por favor! ¡otórgame tu amor!
para sentir que mi lucha en este mundo
será fértil en verdad correspondida.
No me hieras…
pues tu mal me mata en vida
sin atajos ni piadoso redentor.
Sea el tiempo de saciarme con tu amor,
o apurar de una vez a mi partida.

martes, 20 de diciembre de 2011

Dulce confidencia



Amor mío, que feliz
me has hecho esta mañana,
el aroma del jazmín
de tu piel me despertaba.

Y observé tu desnudez
que dormía entre las sábanas,
quise amarte otra vez
y perderme en tu mirada

estribillo
Amor mío, que placer
es tenerte en mi cama
en este amanecer
que soñando yo esperaba.

Y fundimos entre dos
una dulce confidencia,
la que almas muy afines
y entregadas se dispensan.


Me acerqué un poco más
todo mi cuerpo temblaba
me hundía en tu calor
aunque tú lejos estabas.

Quiero amarte hasta morir
de la noche a la mañana
estoy loco por sentir
la pasión que hay en tu alma.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Procesión interna

Estaba solo y desnudo
de aquello de que alardeaba,
lo miré muy quietamente
de punta a punta a su estampa.
Parecía que bruñera pensamientos
con el lomo acerado de su espalda.
Ausente de mi presencia,
con la cara fatigada,
sus ojos habían huido
y muchos surcos la marcaban
mostrando la evidencia
de que algo lo preocupaba.
Me senté en un rincón oscuro,
él, debajo de una lámpara
como si necesitara acaso
que algo alumbrara su marcha
de pensamientos continuos…
¿quién sabe que lo abrumaba?
La amarilla candileja
le hacía ver los fantasmas
y cada tanto un suspiro
de su boca seca emanaba.
Se hizo la medianoche
y las dos de la mañana…
su ceño seguía intacto,
quietud en sus manos blancas.
Solo de a ratos, muy pocos,
su gris cabeza ladeaba.
De pronto, rompió el silencio,
sus ojos se despertaban,
dijo –tengo la edad que tengo,
no tengo hijos, ni amada,
viví la sórdida quimera
y ya veo como paga:
no hay amistad en el ruido,
ni amor en bebidas blancas.
Si al buen amor se lo duerme
en delirio se aletarga
hasta acallar su sonido,
que huye lento del alma,
y dejando un gran vacío
va abriendo heridas que sangran,
y un cortejo sombrío
de soledad, dolores y lágrimas.

martes, 22 de noviembre de 2011

Me faltas tú



Dicen que faltan las palabras
cuando el día  amanece
sin color ni beatitud.
Dicen que mis ojos van llorando
por la vida y solamente
me hace falta tu inquietud.

Rebotando en el firmamento
mi sueño se cae a tierra
por la ausencia de tu amor.
Yo ya no se como resistirme
a este juego imposible
de luchar contra el dolor.

Estribillo
Parecemos dos desaforados
por vivir desamparados
del refugio del calor
que nos daba tanta alegría
cuando en tu piel escribía
todos mis versos de amor.

Siento que me estás extrañando
sin embargo no has venido
a ocupar tu posición.
Dime cuanto has a contenerte
si mis besos son tu suerte
y tu ansiedad mi inclinación.

Dicen que la bronca y la soberbia
es el mal que nos entierra
en un mar de perdición.
Tratemos de no hacernos daño
que luego por muchos años
durará esta frustración.

lunes, 21 de noviembre de 2011

¡Que talento! y que simpleza…

¡Que talento! y que simpleza…

Cuanto aroma a media tarde
sobre el sol de medio día;
cuando eclipsan las agujas
del latiente relojero
que acompasa al mundo entero
con su noble diapasón.
Es el tiempo un corazón
que me marca su llegada
y me deja ilusionada
por solo escuchar su voz

¡Que talento! y que simpleza…

Los acordes ya están hechos;
son perfectos, cotidianos
y se emiten por el aire
sorprendentes, tan humanos,
perceptibles ya por todos
y por todos ponderados.
Late el tiempo en el alma
con recurso soberano:
si está triste, va latiendo,
si está alegre, va pulsando

¡Que talento! ¡Y que simpleza…
el corazón enamorado!

domingo, 20 de noviembre de 2011

La rana se esta casando
con el sapo del estero.
La ranita esta a los brincos
y alegre cual sonajero.

Han venido sus amigas
y esta presente el pastor,
el bañado se ha vestido
de un verde resplandor.

Cuanto croar, cuanta rana,
cuanta alegría y amor.
La rana se esta casando
y este cuento terminó.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Beso y castigo

Beso tus labios de fuego
que a mis pasiones provoca,
cáliz de pétalos rojos
la suavidad de tu boca.

Bebo tu aliento envolvente
cuando te como de un beso,
quema mi lengua  potente
y tu inquietud atravieso.

Niña, me cargaré tu castigo
por si me muero en el beso,
si muero, muero contigo,
¡y en cajón llevadme preso!

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Poema surrealista

Si en menudo roce a tu antojo tocas,
con la suavidad con que roza un velo,
yo sabré enseguida que pasado el goce,
lentas procesiones de virtual deseo
uno tras el otro… serán mis desvelos.

Si volviendo fuentes de frescura impía
la aridez del llano, rompes las compuertas,
de esas que sujetan a mi piel dormida,
despertando en fauces fraguas comprimidas,
azuzando voces que creía muertas.

Padecer de espanto, echar llanto en tierra,
sola por el mundo correr como loca
sin credo ni rumbo, vivir lo que toca,
no interrogar nunca, perder la cordura.
Sobre el montaje me acerco a una sierra.

Si no antepusiera tanta pesadilla
ante los reclamos que en mis ojos dejas;
aún narcotizada con juegos de ardillas
puedo rechazarte sintiéndome presa.
Presa en la nostalgia de no haberte amado
aunque de esa lucha... no saliese ilesa.