jueves, 24 de julio de 2014

No quieras poner,
alma tremebunda,
un velo de tristeza
a todo lo que abunda.

No quiera poner,
con maligno celo,
la desesperanza
a todo lo que anhelo.

No quieras romper
con insidia loca
y cruel egoísmo
todo lo que tocas.

Si lo que te brindo
te sabe a recelo,
vana es mi insistencia
de ir juntos al cielo.

Entonces renuncio
a darte mi amor
porque, por lo visto,
no le das valor.



¡Horrible!!! jajaja pero le tengo cariño. 

No se


Se agita la noche siguiendo tus pasos,
tú sobre la cama, yo… en el rincón.
Se inquieta la noche que cae a pedazos
porque presentimos un próximo adiós.

Silencios molestos, clausuras cobardes,
lágrimas que arden en el interior.
Palabras que mueren antes de decirlas
erigiendo un muro entre vos y yo.

Cuando al fin me quiebro, desemperezada,
hablo desde el sitio de mi desazón.
No existe el orgullo para el que ama,
no existe el olvido, ni existe el adiós.


lunes, 21 de julio de 2014

Mujer que no sabe amar


Me da un poco de pudor, como mujer, reconocer que estoy sola porque no supe estar acompañada.. Las personas que pasaron por mi vida fueron aves peregrinas a las que la vida no me dio tiempo para acabar de amarlas.
Es raro ver como los vasos se pueden vaciar en un instante, las lámparas dormirse y los recuerdos esfumarse.
Te empiezas a preguntar si algo tuvo realmente el valor que se le daba.
Todo tan efímero, tan poco alcanzable, tan anhelado.
El tiempo no perdona la ignorancia, ni disculpa la ineptitud. Y yo nunca fui una alumna prodigio…
Anclada al titubeo, no se como dar el primer paso. Como un infante de meses estoy petrificada en mi cuna de reparos angustiosos. Los errores puedo dejarlos sostenidos por tiempo indeterminado. Y no reacciono.


Y al final, se me va la vida. Sin completarme como mujer.

lunes, 7 de julio de 2014

¿A dónde va el amor cuando se muere?


¿A dónde va el amor cuando se muere?
¿Qué queda del despojo de tanto sueño habido?
¿Cómo  puede compensar a lo sufrido
si no es con el mismo amor que muerto hiere?

¿A dónde va el amor sin que se altere
la consistente convicción de los caídos,
que buscan en el aturdimiento permitido
una corta tregua que al amor supere?.

Y sin poder acallar dolor ni ausencia
grita el corazón ¡¿por qué te mueres?!
Y cae rendido bajo tierra.

Nunca hallará razón ni conveniencia,
seguirá preguntando ¿por qué mueres?
con la misma obstinación  en que se encierra.