No quieras poner,
alma tremebunda,
un velo de tristeza
a todo lo que abunda.
No quiera poner,
con maligno celo,
la desesperanza
a todo lo que anhelo.
No quieras romper
con insidia loca
y cruel egoísmo
todo lo que tocas.
Si lo que te brindo
te sabe a recelo,
vana es mi insistencia
de ir juntos al cielo.
Entonces renuncio
a darte mi amor
porque, por lo visto,
no le das valor.
¡Horrible!!! jajaja pero le tengo cariño.