lunes, 21 de febrero de 2011

Responso

No hay claros de luna, no hay sombras veladas
ni bufones que cambien la sonrisa amarga.
No hay brillo en tu pelo y tus ojos secos
ya se han espejado de tantas miradas.
El rictus que esbozas te cambia la cara,
te envuelve el silencio, se aquieta el aire,
y todo se acaba…
Ya está, ya te fuiste, huelgan las palabras.
Un divino beso solo es un recuerdo
que contiene lágrimas.
Duerme, mi querido, ya no sientes nada,
todas las tristezas están disipadas.
Descansa tranquilo, mañana es mañana,
si me quedo triste, o me quedo en calma
no lo sabrás nunca. Y la vida marcha…

domingo, 6 de febrero de 2011

Alegoría


Mis sueños son grandioso monumento,
que se levanta en excelsa alegoría
a todo ese caudal, a toda esa energía,
que sin poder disimular llevo por dentro.

Y que me dan del todo ese alimento,
que rescatan las horas de mi vida.
Vivo en realidad, vivo en fantasía,
y con poder escribirlas me contento.

Y al final no creo estar equivocada,
no es ilusión, entelequia ni utopía,
poder vivir con los sueños en el alma,
y a flor de piel se refleje mi alegría.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mi triste espera




¿Qué hace que falaz, mi triste espera,
enajene a mi ilusión que aguarda en vano?
Se me escapa la esperanza de la mano
y de tanto esperar, me desespera.

Me rompe el corazón de una manera
que obnubila las razones de mi mente,
y loca voy sin rumbo, norte o continente
porque tengo puesta en mí ya tal ceguera

que aunque lo peor me aconteciera
mi razón ya no distingue realidades,
el delirio me ha dispuesto efectos tales

que socavan hondamente mi cordura.
Por ser necia he cedido a ser tu antojo
y todo esto me ha llevado a la locura.
 

martes, 1 de febrero de 2011

Un pensamiento...

No digo nada nuevo, pero una persona que manifiesta sus emociones a través de las letras, no es una persona común, porque siente que está haciendo su aporte y se compromete a la vez. Su misma sensibilidad lo lleva a tomar los desafíos muy en serio, por lo cual, no es de asombrar que haya llevado sus pasiones al extremo de un profundo compromiso. Y todos, poetas y revolucionarios, entendieron que tenían algo que decirle al mundo.