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sábado, 20 de agosto de 2011

Yo te canto Pinamar

Yo te canto, Pinamar y no te asombre,
que mi voz sea de risa y de quebranto,
como muchos que te hemos elegido
vinimos de otras tierras en otros años.

Nos recibiste con tu aire cristalino
y tu cielo muy azul y espejado,
por beber de tu sol nos confundimos
en tu paisaje colorido y encantado.

Y tu mar que se agita embravecido
en las noches oscuras del invierno
como potros son las crestas de sus olas
que cabalgan con locura y desenfreno.

Pero cuando por fin llega el estío
tus playas como el oro refulgente
doma el aire en pereza seductora
y se prepara a recibir a tanta gente.

No te niego; Pinamar, que algunas veces
mi recuerdo se ha perdido en otro lado,
en aquel lugar donde he vivido,
donde muchos afectos he dejado.

Aunque ya han pasado muchos años
agradezco que mis pies pisen arena
y la sabia de tus pinos verde estaño
se confunda con la sangre de mis venas.

No te canses viajero peregrino
de volver año a año a esta tierra.
Pinamar es lo que todos merecemos
si te gusta de gozar las cosas bellas.

viernes, 8 de abril de 2011

Pinamar

Pinamar, que lindas tus playas doradas
tus casas coquetas cubiertas de luz,
tu aire, tus pinos, tus lindos caminos,
tu bosque, el estío, tu cielo azul.
¡Que lindo que eres, mi pueblo querido!
en ti he recorrido mi tierna niñez
con un verde claro color en los ojos
gozando el orgullo de tu altivez.
Que libre me siento con tu aire marino,
que libres los niños que juegan aqui,
tu aroma es un sello que aquieta a mi sangre
porque en este suelo yo quiero morir.
Felices aquellos que a ti te disfrutan,
honra a sus pioneros y a su creador
que hicieron posible este canto a la vida
asido a la mano de nuestro Señor.

miércoles, 26 de enero de 2011

Pinamar infantil


Pinamar de sus pinos cuajada
parece un cuento mágico de hadas.
Cientos de cotorras en sus eucaliptos
cuentan sus secretos cotorreando a gritos.
Y cuando ellas hablan se hace trizas
el silencio verde que se escapa a prisa.
El aire mas limpio que se puede pensar
se encuentra arraigado en este solar.
En la primavera florecen con gracia
las flores amarillas de las acacias.
Sus arenas blancas se vuelven de oro
cuando el sol ufano saca su tesoro.
Y el verano por todos esperado
hace de Pinamar su lugar deseado.
Y todos sus niños con algarabía
viven regalando toda su alegría.