sábado, 29 de enero de 2011

Que solitario esta el día cuando tus pasos no siente,
su feliz algarabía en sus horas languidece.
El sol que por buscarte con su brío resplandece
ahora se oculta herido por tu figura ausente.
El aire sonoro al vuelo que gusta de besar tu frente
de pronto ha enmudecido en su canto permanente.
Hasta los rayos del sol que en tu pelo han hecho nido
ahora no tienen donde poder descansar al abrigo
de tu sonrisa encantadora, de tu aire de domingo,
que cada aquel que te mira, se convierte un poco en niño.
Por eso lloran las flores que en la campiña han surgido
solo por verte pasar y acariciar tu vestido.
Y el límpido arroyito que cada mañana obtiene
el privilegio de rozar tus suaves manos de nieve
no quiere marchar ya mas las aguas de su corriente
y las torna mas oscuras en aguerrida obsesión
porque él sabe que tu ausencia… desgarra mi corazón.

La magia de tus besos


La magia de tus besos se denota en mi mirada
que se transforma al instante en mirada enamorada.
Tiene tu beso un conjuro que a mi cuerpo lo apasiona
y con tanta pasión besas que a mi alma la devoras.
A veces creo que ruegas en cada beso que pones
sobre mis labios ardientes un vergel de sensaciones,
y con cada una de ellas me pides que no abandone
aquello que te enloquece y te llena de turbaciones.
Son tus besos elixir de todas mis emociones
porque hasta la emoción, la más triste, se dispone,
a ver la vida mas bella, y cuando a besar empiezas
no quiero que acabes nunca. ¡Que lindo, amor, que besas!

Disculpa


Disculpa si mis palabras
se mojan en tus oídos;
disculpa si mis miradas
te calvan como cuchillos.

Pero no puedo evitarlo,
si al punto te desespera
que mis ansias sigan rogando
a la dulzura de tu espera.

Pretextos

Qué malignos estragos derrumbó tu espera
y qué serie de atracos te robó la perspectiva
para que ahora vengas vacilando
mintiendo pretextos que son evasivas.

No debes decirme nada que no sientas,
tu figura presente de emoción austera
me adivina al vuelo que en este momento
no existe mas nada de lo que nos uniera.

Yo que era el canto de todo tu gozo
ahora silencio tu gran alegría...
entonces no hay nada, no digas mas nada
di "antes te quise, antes te quería".

Vuela corazón

Vuela corazón hacia el amor
que romperá tu inocencia;
conocerás el dolor,
la pasión y la ausencia.
Pero también la alegría,
amistad y complacencia.
Vuela raudamente al cielo
y cumple con tu destino
de ser corazón humano,
o bendito, de antemano
te vuelvas corazón divino.

¡Argentina!


Vive arraigada en luchas cotidianas
venciendo al tiempo, perpetua esperanza,
dándole al combate con toda pujanza
porque es una madre, nuestra Madre Patria.

Patria, en tus brazos donde me cobijo,
eres a mi vuelo el nido sagrado
aquel que mis padres con amor bregaron
para el reposo y bendición del hijo

Amo tu bandera que se eleva al cielo
su estirpe guerrera da honor a la raza,
manto inmaculado que a todos abraza
y entreteje lazos de hermandad y celo

Gracias, Madre Patria, por ser tu simiente,
tu historia potente a mis pasos guía,
que no olvide nunca que en la vida mía
llevo tu apellido, ¡oh grande Argentina!

La emoción y la poesía

Besa la flama escondida
de una pasión plañidera
al vigor de tus emociones
que se contienen, apenas.
Y, cuando te permites
despojarlas de cadenas,
lanzadas cual dardos finos
penetran hasta la médula.
Tus versos que son certeros
provocan la boca inquieta,
la sangre se va agitando
y lejos la mente vuela.
Pero todas esas palabras
que gestaste, no regresan,
no volverán a tu mundo
que las guardaba celoso
bajo murallas secretas.
Y al libertarlas mostraron
como una marca, una seña,
(ante los ojos de todos,
para que todos lo sepan)
que en tu pecho, tal audacia,
exhibió una herida abierta.

Te espero

Te espero, aunque tú me hieras
con la indiferencia de tu amor dormido
a todo anhelo que mis ojos velan
y al paroxismo del amor vivido.


Pero no molesto, porque yo presiento
que no estás huyendo, estás distraído,
porque no concibo que hayas olvidado
todo aquel amor que me has tenido.

Te espero, porque no te das cuenta
que desamparada, de tu amor preciso,
y por lastimarme tú no harías nada
porque te conozco…y te necesito.

Y vuelvo a decirte, estás distraído,
las penas, quimeras, el tiempo perdido
no te da la fuerza de empezar de nuevo,
de luchar por mí, de luchar conmigo.

Te espero en silencio, mi boca callada
ya no reconviene a tu desvarío,
porque el resignarte a que no me ames
es un despropósito que te da castigo.

Te espero, te espero hasta que acabes
de romper obstáculos, darte por vencido,
cuando te desprendas de esa gran congoja
que te hiere el alma…y te miente alivio.

Rencor y rencor


¿Y ahora te apareces penitente
a buscar un perdón que no perdona?
Rencorosa te maldigo nuevamente
con todas las palabras que te adornan.

Ya no creo en tu llanto arrepentido,
no agigantes la llama vengadora
que el despecho aguzó en sexto sentido
por aquel que todo lo traiciona.

No se cómo soporté el politeísmo
de tu afán de adorar diosas ajenas,
ni como toleré el pleonasmo
en excusas que nunca fueron buenas.

Que jamás en mi vida vuelva a verte
y te aplasten los demonios del pasado,
en tu falsa cara llevas estampado
el oprobio que procáz torció mi suerte.

miércoles, 26 de enero de 2011

Propuesta de amor


Cabalguemos juntos por la vida ardiente
desde que despuntan los rayitos nuevos,
hasta que se oculte el sol al poniente
la loca aventura de amarnos sin bridas,
sin tope ni cuota, como dos suicidas.
Que luego de esto no habrá ya más nada,
será el último día que queda,
y las sensaciones se vuelvan aladas
volando muy lejos, muy alto, y suceda
que con emociones revivan los fuegos
de una hoguera interna, ahora apagada.
Cabalguemos juntos en corceles de sueños
en corceles jóvenes, veloces, sin dueño
que nunca una mano los haya tocado,
y que el desafío de una fantasía
que pinta a colores tu vida y la mía
con maravillosos tonos de pasión,
en los años quietos, cuando lo recuerdes,
dibuje en tu cara una leve sonrisa
que queme tu alma y tu corazón
de añorar que un día tu cuerpo vibraba
con alguien que amabas, y que alguien te amó.