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jueves, 24 de julio de 2014

No se


Se agita la noche siguiendo tus pasos,
tú sobre la cama, yo… en el rincón.
Se inquieta la noche que cae a pedazos
porque presentimos un próximo adiós.

Silencios molestos, clausuras cobardes,
lágrimas que arden en el interior.
Palabras que mueren antes de decirlas
erigiendo un muro entre vos y yo.

Cuando al fin me quiebro, desemperezada,
hablo desde el sitio de mi desazón.
No existe el orgullo para el que ama,
no existe el olvido, ni existe el adiós.


lunes, 7 de julio de 2014

¿A dónde va el amor cuando se muere?


¿A dónde va el amor cuando se muere?
¿Qué queda del despojo de tanto sueño habido?
¿Cómo  puede compensar a lo sufrido
si no es con el mismo amor que muerto hiere?

¿A dónde va el amor sin que se altere
la consistente convicción de los caídos,
que buscan en el aturdimiento permitido
una corta tregua que al amor supere?.

Y sin poder acallar dolor ni ausencia
grita el corazón ¡¿por qué te mueres?!
Y cae rendido bajo tierra.

Nunca hallará razón ni conveniencia,
seguirá preguntando ¿por qué mueres?
con la misma obstinación  en que se encierra.


miércoles, 6 de junio de 2012

La puerta que abierta nunca ha sido



La puerta que abierta nunca ha sido
es la puerta que jamás abrir yo quiero.
Atrás yacen con clamor de limosnero
los lamentos de una niña que ha partido

con  la cara triste y el corazón herido
y cegada por un viento ventisquero.
Encerrada tras barrotes carceleros
donde el tiempo de su edad se ha detenido.

Esa puerta que  socava el presente
pretendiendo asfixiar a la memoria
abre un tajo entre  seres inocentes

y las angustias que planean aletargadas.
Y una inercia de taparlas tras escombros
van atenuando las heridas mal curadas.

miércoles, 2 de mayo de 2012

El sumiso dependiente




Me aboco a  aceptar tu gélida postura
como quien mira el inicio de un sendero,
anhelando que mi verbo lisonjero
abrevie este sabor a sepultura.

Razono que  vivís sin atadura.
Yo a tu lado he sido un escudero
porque siempre te ayudé y fui sincero
ligando mi vida a tu cintura.

¿Cuál será el final de este camino?
Hasta ahora no lo pienso ni adivino
ni me rindo todavía, ni sentencio.

Vivo el hoy y me interesa un comino
cuando sufro prendo mi copa de vino
y entre vahos… acaricio tu silencio.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Lazos de amor


No hay lazos más fuertes que el amor,
ese amor fundado en alegrías,
una cómplice semilla que germina
al amparo de mi humilde devoción.
¡Y tú juegas al fragor de mi emoción!
de mis mas puros deseos y osadías
y me humillas con tus dudas y remilgos...
una muestra de descaro y cobardía.
¿Qué le haces a mi amor, cruel pesadilla?
¿es que acaso no te vence mi candor?
cuando abro y desnudo el corazón
al estrado de tus pies sin que me ciña
a corteses estamentos de prudencia
y me vuelque sin recato y sin medida.
Aunque seas mi verdad o amor de un día
yo sin pausa me descubro ante vos…
¡Pero vos! que con saña maliciosa
no me quitas ni me das todas tus cosas,
te diviertes con mi entrega y mi dolor.
Juego infame que me arrastra moribunda
con la déspota cadena de ilusión
¡por favor! ¡otórgame tu amor!
para sentir que mi lucha en este mundo
será fértil en verdad correspondida.
No me hieras…
pues tu mal me mata en vida
sin atajos ni piadoso redentor.
Sea el tiempo de saciarme con tu amor,
o apurar de una vez a mi partida.

martes, 1 de noviembre de 2011

¡Angustia!

Angustia ¿Qué es la angustia
mas que la soledad disfrazada?
Es acaso un vacío inescrutable,
un llanto comprimido en las entrañas.

Es aquello que al mirarnos a los ojos
una pena dolorosa nos traspasa.
Es buscar de forma irremediable
el calor de otra mano solitaria.

Es la hiel que se exuda por los poros,
una sombra permanente en nuestra cara.
Es la carga que nos sigue como un perro
demandando alimento para el alma.

Es sentirnos despojados y desnudos,
es bajar del pedestal de la confianza,
es mirar de otra manera otras cosas,
es sentir que lo nuestro vale nada.

Es la urgencia constrictora de hallar puerto.
Como una niña ciega, está desamparada,
y pidiendo a gritos mudos un cobijo
se abre el pecho ante cualquier puerta que llama.

Siente un celo permanente por cansarse,
sin embargo, esa calma le es negada.
Siente hambre de dar de lo que tiene
y en apremiante necesidad ser aceptada.

Es la insuficiencia que obtenemos
porque no somos ni la parte ni la causa.
Un preámbulo eficaz que nos convoca
a vencer con la verdad nuestras falacias.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Dueto con Adriana - Cosa sencilla


Muchas gracias a Adriana (Safo) por estos versos preciosos que adicionó a los mios.


Hola, amiga ¿sabes? estoy triste,
no por nada en especial, cosa sencilla,
quizás las verdades nos corroen
si no hacemos nada mas que confundirlas.


Se que hoy la pena se hace grande
y nubla la que ayer fue tu alegría,
cosa sencilla es tu verdad y lamentable
si no pudo comprender cuanto valías.


Era tanto el dolor que enmascaraba
que punzando desde el pecho, me hería,
me fue volviendo ciega, sorda y muda
y también me fui olvidando de mi misma.


Amar es darlo todo y eso hiciste
aunque el dolor punzara en tu herida,
fuiste tú, nunca lo olvidaste,
en la entrega de este amor te fue la vida.


Hoy quise poner mi amor en un abrazo
y solo recogí una sonrisa
cargada de compasión a la distancia,
apenas… una leve cortesía.


Deja que el destino marque el paso,
recoge los pedazos y porfía
que la vida está hecha de retazos
que se zurcen con fe y con valentía.


Apreté mis ojos conteniendo
lágrimas amargas que ascendían
desangrando un corazón entristecido
que apagando sus latidos, se moría.


Deja que la tristeza se desgrane,
que se lave el corazón con agua limpia,
que corra libremente por su cauce
y se lleve la amargura contenida.


Tal vez era justo que me entere
que quise aferrarme a una mentira,
que aún haciendo lo que hiciere
jamás podría ser correspondida.


Lo justo es que tu amor, amor merece,
no ha de valer menos tu valentía,
ya no llores que el sol siempre aparece
y traerá una nueva luz hasta tu vida.


Estoy sufriendo mucho, no por nada,
nada en especial, cosa sencilla:
el amor que le tengo me desborda;
por desgracia, esa fue su despedida.


Deja que se marche y se lleve
la nada que rondaba en tus días,
verás que poco a poco fortaleces
y va cicatrizando esta herida.

sábado, 1 de octubre de 2011

Cronología


Vive un poco mas ¡para no extrañarte tanto!
¡vive, por favor!, y mi alma no ande en pena
persiguiendo a tu sombra en los rincones
y haciendo de mi vida una condena.

¡Cobarde! Si, cobarde de enfrentar tu ausencia,
temerosa de vivir sola en esta vida
sin tener a tu hombro de reposo,
extrañando tu perfecta compañía.

Vive un poco mas, espérame un poco,
aunque pase por alto a la cronología.
Tal vez ocurra algo, algo loco,
y podamos irnos juntos, vida mía.

sábado, 20 de agosto de 2011

Sin querer fumé


Sin querer fumé.
No quería hacerlo...
mis pulmones eran
dos bolsas de cieno.
Sin querer maté
quinientos minutos,
millones de momentos
para que estemos juntos.
Sin saber robé
horas a mi vida,
sin querer maté
lo que mas quería.
Sin querer privé
de salud a mi cuerpo
¡y me esclavicé!
con tabaco y odio...
porque ya estoy muerto.


martes, 2 de agosto de 2011

Lejanía

Lejanía es la palabra que socava mi cordura,
hace rato que la siento y ese hecho me tortura.
Lejanía es la nostalgia que se agiganta en el tiempo,
lejanía es suprimir poco a poco el sentimiento,
no tener aquel deseo de tomar aquella mano
lejanía es tener hambre de un calor que más que humano
que nos trasporta hasta el refugio mas bello del alto cielo,
lejanía en frustraciones de no cumplir los anhelos.
Es vivir de visitante en el mundo de los vivos,
es el dolor que desbasta sabiendo que en el convivo.
Lejanía es un juicio sin juez, fiscal ni testigo,
es la atroz indiferencia de no congeniar contigo,
Es la falta de alegría, complicidad y confianza
es no mirar al futuro, porque nos falta esperanza.
Es la gota que rebalsa el vaso que ahora tomamos
porque al vernos la cara, apenas nos soportamos.
Lejanía sin distancia, sin tiempo ni recorrido,
lejanía que me aparta de aquello que antes tuvimos.

domingo, 19 de junio de 2011

Amor sufrido

Por sobre el clímax de la noche
se asoma mi suspiro lapidario.
Un rito efectuado casi a diario
nacido después de tu reproche.

Los ojos distraídos son el broche
que van apagando a los latidos,
lavando con llanto los olvidos,
vistiendo con rutina el fantoche

que quedó de aquel pobre cupido,
¡que pena que es no amarte tanto!
me amargas con enojos y regaños.

El principio de tu mal se llama engaño
y se está convirtiendo en un espanto
esta mezcla de rencor y amor sufrido.

lunes, 2 de mayo de 2011

¡Locura!

Dibujo a lápiz de Humberto Lamberti

Mi amor es como un río que urgente y sin permiso
me lleva al sacrificio de verte nuevamente.
Un río de surgente con aguas agresoras
que están a toda hora hablándome de ti,
Pero no siempre fue así, pues yo vivía en calma,
gozándome en el alma la dicha de vivir.

Pero en  un fatal día deseé sin conocerte,
acaricié un sueño hasta que lo parí;
burlándote de mí me diste tus amores
que eran como flores de una tarde de abril.

Dolor, locura insomne, me llevó al desespero
de pedirte a los ruegos “no te apartes de mi”
¡y para que lo pedí! fue como pedir al diablo
que me requirió en cambio el pago de sufrir.

¿Qué hice? Lo acepté, sin un solo reproche,
y atado como un broche te tuve a mi lado.
Botín solicitado, la caja de Pandora,
que ahora me devora como animal cebado.

Rodé hasta la muerte, aquella que he deseado
por tener a mi lado tu estampa omnipresente.
Atroz este presente, y tengo por pagado
mi afán desesperado, mi mal, mi mala suerte.






viernes, 29 de abril de 2011


Tu promesa perpetua me esclaviza
la que un día en intrépida osadía
arrojaste en mi vientre que ardía.
y mi mente no usó lógica y si prisa.

Mas luego tu adiós me sonó a risa
y en el fango arrojé mis ilusiones.
Ellas eran un puñado de ficciones
y mi actuar, un salto en la cornisa.

Pero aún, así, con todo, sigo atada
con ingenua candidez y desespero
en aquellas promesas ya marchitas.

que renacen cuando viene la alborada
y asesinan con los rayos de un lucero.
La infamia que me hiciste fue gratuita.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Mi triste espera




¿Qué hace que falaz, mi triste espera,
enajene a mi ilusión que aguarda en vano?
Se me escapa la esperanza de la mano
y de tanto esperar, me desespera.

Me rompe el corazón de una manera
que obnubila las razones de mi mente,
y loca voy sin rumbo, norte o continente
porque tengo puesta en mí ya tal ceguera

que aunque lo peor me aconteciera
mi razón ya no distingue realidades,
el delirio me ha dispuesto efectos tales

que socavan hondamente mi cordura.
Por ser necia he cedido a ser tu antojo
y todo esto me ha llevado a la locura.
 

sábado, 29 de enero de 2011

Abuso




Ya libre de ti, y rotas mis cadenas,
pero aún inclinada hacia tu estrado;
es un día de sol, buscaré otras arenas
de unas playas que tus pies no hayan pisado.

Y esperando prescribir la membresía,
que me ha hecho esclava de tu imperio
tal vez pueda ser que expire este día
donde te estoy acompañando al cementerio.

En todo mi cuerpo tengo marcas,
y en el alma las mas hondas heridas,
aquellas que en silencio he soportado,
pero duelen y supuran todavía.

Ya se ha ido despacio el cortejo
sola y de rodillas ante tu tumba he quedado.
¿Aún te ríes de mí? ¡Pérfido viejo!
¡Solo penas y dolores me has dejado
!

Cobardía

Se que no naciste cuando aquella noche
tu candor me diste como la azucena;
y aún te recuerdo en esa bella escena
que entregaste todo sin ningún reproche.


Eras tierna y pura, modos delicados,
aunque no excluida de  gentil desenfado
que solo lo tienen las pocas mujeres
que pueden sentir el amor sagrado.


Todavía recuerdo cuando me decías
lo feliz que eras, mientras te vestías;
y disimulaste todas mis torpezas,
y me hiciste halago de una gran proeza.


Yo se que me diste todo cuanto había
y sufriste mucho cuando yo partía;
por ser un cobarde te he dejado sola,
tengo por castigo el llorarte ahora.

miércoles, 26 de enero de 2011

Prefiero el silencio

Prefiero el silencio, porque si callara
nadie advertiría todo mi dolor.
Porque no me quieres, fatal puñalada
hundida en el centro de mi corazón.

Que nadie se percate de mi infortunio,
para ello he hecho un pacto de muerte,
contra vos, amante, que me heriste artero,
¡que nunca lo sepas! que agonizo al verte.


Tú no me delates... ojos traicioneros.

Viudez

Me haces falta, mi amor,
realmente me haces falta.
Hace mucho que tu ausencia
me desgarra hiriendo el alma.
Porque me siento muy sola
entre almohadones y sábanas,
se siente fría, muy fría
la inmensidad de la cama.
Tus retratos me miran
como si realmente miraran,
y escucho tu voz distante
como si se alejara,
de ti espero el regreso
mirando por mi ventana,
y en cada niño que miro
veo tu sonrisa diáfana.

Extraño nuestras tertulias
que en las noches se forjaban
con tintes de picardía,
consolándonos en calma
a cuanta pena afligiera
en algún rincón del alma
pero con tanta alegría
que a ratos se acompasaba
con reproches y ternuras
que toda pareja comparte.
¡Qué sola que me has dejado!
¡qué mal que he hecho en dejarte!

Tú entre tanta gente

Que dispares son las notas de mi mente
que se acoplan al sonido de tu encanto;
me lastima el corazón quererte tanto
a ti solo y solo a ti entre tanta gente.

Tu cariño es como una luz intermitente
que se prende y se apaga y me hace daño,
has causado en mi ser tal desengaño
mostrándote a mis reclamos indolente.

Rendida a que me quieres por momentos
poco a poco de ti me iré alejando,
tu egoísmo tan ruin me esta apenando
hasta ser un lodazal de abatimientos.

Si ahora te conduces irresolutamente
y no te afanas por ganarte mi cariño
penarás cuando la vida te haga un guiño
y ya no seas tú entre tanta gente.

jueves, 25 de noviembre de 2010

La piel interior



¡Déjame llorar hasta que se me limpie el alma!
de tantas imprecisas propensiones
que han llevado a la cumbre de la rabia, y a locura
un sin fin de decisiones.
¡Déjame!, que cargada de impotencia
solo puedo afirmar que no se nada,
que entre cardos y espinas he recorrido
una parte de mi vida, y aún cansada,
con el último aliento que me queda
me aferra a la vida la esperanza
de saber que mas allá de los errores
me sostiene una mano más que humana.
Pero este mal trago, que he de pasarlo,
aunque muera de dolor y quiebre mi alma,
una vez que termine de sufrirlo,
ya ligera de prisiones y corazas,
podré ver un futuro por delante
sin que me pese lo vivido,
sin que el pasado me traspase,
sin malos recuerdos que me hostiguen,
sin errores que me dejen desahuciada.
La mortaja será para los muertos,
pero yo, estando viva, voy anclada
a la firme convicción que los dolores
muchas veces son la piel de la alimaña,
que una vez que lo viejo se desecha,
otra piel, más hermosa, lleva en andas.