Perdóname, Señor, no te he creído...
hay profunda contrición en mis entrañas.
Una vez más, aclaras las marañas
de cuanto pecado he cometido.
Cuando Tú me señalabas el camino
con gran obstinación torcía el curso
e intentaba convencer con mi discurso
en muestra demencial de desatino.
Resolví tenaz acallar a mi conciencia
tantas veces como fuese necesario
y rechacé el Consejo Extraordinario
escuchando al mal en su elocuencia.
Y por no oírte caí en profundo pozo
a donde todos mis errores me han llevado
y el castigo que tengo por pagado
me ha quitado la dulzura de tu gozo.
Si hay algo que mi gratitud te sublima
es que Tú jamás te has equivocado
t aquello que me ha hecho desdichado
es para que yo humillado me redima.
Hola, amigos. Este pequeño rincón mío lo he creado para compartir algunos de mis escritos que espero que sean de su agrado. No intento hacer nada innovador ni perfecto, solo expresar, de alguna manera lo que llevo adentro o transmitir la experiencia de otros. Mi nombre es Laura y vivo en un precioso pueblo llamado Pinamar, en la provincia de Buenos Aires, Argentina. Les envío el mas cordial de mis saludos. Todos los derechos reservados
miércoles, 26 de enero de 2011
Helena G. de White
La mayor necesidad del mundo es la de:
Hombres que no se vendan ni se compren.
Hombres que sean honrados y sinceros en lo más íntimo de sus almas.
Hombres que no teman dar al pecado el nombre que les corresponde.
Hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo.
Hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos".
Elena G. de White
No quiero poner en mi boca
palabras que no son mías,
pero tan profundo toca
y conmueve el alma mía
que ya no vivo sin ellas
en cada cosa que emprendo
porque las creo inspiradas
de Divino Conocimiento.
Y cuando la vida me pone
en fieras encrucijadas
viene a mi mente apuradas
las palabras verdaderas
que una mujer hace tiempo
escribió en unos libros
y de pecar yo me libro
si sus consejos atiendo.
Y recuerdo que no estoy
de paseo en este mundo
y con esas frases alumbro
mi débil entendimiento.
Y sabe que yo no miento
todo aquel que las escucha.
solo el honesto entiende
que allí se halla la lucha.
Y estas palabras hablan
de una gran necesidad
que tiene este mundo impío
para su alma salvar:
de hombres que no se vendan
ni que se puedan comprar.
De hombres que sean sinceros
y honestos en su alma,
y le pongan al pecado
el nombre que se merece.
Llamar a lo bueno, malo
es una adicción que crece,
y lo malo llamar bueno.
esto es lo que hoy acontece.
Y el sentido del deber
sea leal y verdadero,
y se jueguen por entero
por defender su fundamento.
El cielo vale mucho más
que el deleite del momento.
Que a la justicia abracen
aunque se desplome el cielo,
la mirada del que es bueno
va mas allá que la mirada
de aquel al que no le importa nada
porque es sordo, mudo y ciego.
Hombres que no se vendan ni se compren.
Hombres que sean honrados y sinceros en lo más íntimo de sus almas.
Hombres que no teman dar al pecado el nombre que les corresponde.
Hombres cuya conciencia sea tan leal al deber como la brújula al polo.
Hombres que se mantengan de parte de la justicia aunque se desplomen los cielos".
Elena G. de White
No quiero poner en mi boca
palabras que no son mías,
pero tan profundo toca
y conmueve el alma mía
que ya no vivo sin ellas
en cada cosa que emprendo
porque las creo inspiradas
de Divino Conocimiento.
Y cuando la vida me pone
en fieras encrucijadas
viene a mi mente apuradas
las palabras verdaderas
que una mujer hace tiempo
escribió en unos libros
y de pecar yo me libro
si sus consejos atiendo.
Y recuerdo que no estoy
de paseo en este mundo
y con esas frases alumbro
mi débil entendimiento.
Y sabe que yo no miento
todo aquel que las escucha.
solo el honesto entiende
que allí se halla la lucha.
Y estas palabras hablan
de una gran necesidad
que tiene este mundo impío
para su alma salvar:
de hombres que no se vendan
ni que se puedan comprar.
De hombres que sean sinceros
y honestos en su alma,
y le pongan al pecado
el nombre que se merece.
Llamar a lo bueno, malo
es una adicción que crece,
y lo malo llamar bueno.
esto es lo que hoy acontece.
Y el sentido del deber
sea leal y verdadero,
y se jueguen por entero
por defender su fundamento.
El cielo vale mucho más
que el deleite del momento.
Que a la justicia abracen
aunque se desplome el cielo,
la mirada del que es bueno
va mas allá que la mirada
de aquel al que no le importa nada
porque es sordo, mudo y ciego.
Ateos
No puedo comprender a los ateos,
no puedo vislumbrar su reflexión,
que no cale hondo en su alma una canción,
o el perfume, o las plantas o el sol
y no indaguen con intriga quien ha sido
Aquél que ha creado de aquel modo
con tanta perfección respecto a todo
y también con respecto a si mismos.
No puedo entender cuando se enferman
que su voz a nadie ruega a nadie clama.
y a la hora irremediable de la muerte
se acongojen y resignen dócilmente
a que después de esa muerte ya no hay nada.
Ni que en su lapso absoluto de alegría
se estremezca agradecida y libre el alma,
que cuando descubren el amor de la pareja
no inquieran si en verdad hay mas sublime
que lo etéreo, lo terreno, lo tangible
y asombrados vayan pronto al encuentro
de Aquél que formó lo incorruptible.
No me explico que cuando al ver a un hijo
no examinen el milagro de la vida,
todo es igual, la pena o la alegría
por querer racionalizar el sentimiento.
Y tal vez, solo tal vez, en mi ignorancia
como Lázaro resuciten a su llamado,
el Señor que es Señor de lo imposible
y a nadie le pasa por al lado.
no puedo vislumbrar su reflexión,
que no cale hondo en su alma una canción,
o el perfume, o las plantas o el sol
y no indaguen con intriga quien ha sido
Aquél que ha creado de aquel modo
con tanta perfección respecto a todo
y también con respecto a si mismos.
No puedo entender cuando se enferman
que su voz a nadie ruega a nadie clama.
y a la hora irremediable de la muerte
se acongojen y resignen dócilmente
a que después de esa muerte ya no hay nada.
Ni que en su lapso absoluto de alegría
se estremezca agradecida y libre el alma,
que cuando descubren el amor de la pareja
no inquieran si en verdad hay mas sublime
que lo etéreo, lo terreno, lo tangible
y asombrados vayan pronto al encuentro
de Aquél que formó lo incorruptible.
No me explico que cuando al ver a un hijo
no examinen el milagro de la vida,
todo es igual, la pena o la alegría
por querer racionalizar el sentimiento.
Y tal vez, solo tal vez, en mi ignorancia
como Lázaro resuciten a su llamado,
el Señor que es Señor de lo imposible
y a nadie le pasa por al lado.
Pinamar infantil
Pinamar de sus pinos cuajada
parece un cuento mágico de hadas.
Cientos de cotorras en sus eucaliptos
cuentan sus secretos cotorreando a gritos.
Y cuando ellas hablan se hace trizas
el silencio verde que se escapa a prisa.
El aire mas limpio que se puede pensar
se encuentra arraigado en este solar.
En la primavera florecen con gracia
las flores amarillas de las acacias.
Sus arenas blancas se vuelven de oro
cuando el sol ufano saca su tesoro.
Y el verano por todos esperado
hace de Pinamar su lugar deseado.
Y todos sus niños con algarabía
viven regalando toda su alegría.
parece un cuento mágico de hadas.
Cientos de cotorras en sus eucaliptos
cuentan sus secretos cotorreando a gritos.
Y cuando ellas hablan se hace trizas
el silencio verde que se escapa a prisa.
El aire mas limpio que se puede pensar
se encuentra arraigado en este solar.
En la primavera florecen con gracia
las flores amarillas de las acacias.
Sus arenas blancas se vuelven de oro
cuando el sol ufano saca su tesoro.
Y el verano por todos esperado
hace de Pinamar su lugar deseado.
Y todos sus niños con algarabía
viven regalando toda su alegría.
Paquito
Paquito se fue a la tienda
a comprar dos helados,
uno grande de frutilla
y otro grande de pistacho.
Uno para el papá y el otro para él
¡pero que tentación tan cruel!
a comprar dos helados,
uno grande de frutilla
y otro grande de pistacho.
Uno para el papá y el otro para él
¡pero que tentación tan cruel!
hacía tanto calor
que se comió un heladito
en un decir uno dos.
Cuando llegó a su casa
el papá le preguntó
una pregunta que Paquito
muy bandido le mintió
-Paquito, por qué el cucurucho
de mi helado está vacío?
-Porque el tuyo, papito,
se derritió en el camino.
Y el papá respondió:
-Pero que helado mas raro
el tuyo esta todo entero
y el mío esta regado
por la calle en que viniste
y dejaste el suelo manchado.
Busca balde y cepillo
y pronto ve a limpiar
todo el reguero de helado
que dejaste al pasar.
Y así, por mentiroso
Paquito se vio castigado
¡Ay! que le salió caro
el comerse el otro helado.
que se comió un heladito
en un decir uno dos.
Cuando llegó a su casa
el papá le preguntó
una pregunta que Paquito
muy bandido le mintió
-Paquito, por qué el cucurucho
de mi helado está vacío?
-Porque el tuyo, papito,
se derritió en el camino.
Y el papá respondió:
-Pero que helado mas raro
el tuyo esta todo entero
y el mío esta regado
por la calle en que viniste
y dejaste el suelo manchado.
Busca balde y cepillo
y pronto ve a limpiar
todo el reguero de helado
que dejaste al pasar.
Y así, por mentiroso
Paquito se vio castigado
¡Ay! que le salió caro
el comerse el otro helado.
Un chinito loco
Un chinito loco
sobre un cojín
sueña que un día
será un mandarín
Sueña que te sueña
un sueño sin fin
a buscar su reino
se fue a Pekín
Vestido elegante
de capa y bombín
como todo un rey
se fue en palanquín
Se abrieron las puertas
al son del clarín
y el chinito loco
se metió al jardín.
Mucho fue el revuelo,
mucho fue el trajín
un nuevo monarca
tenía Pekín.
Dicen que además
era gran espadachín
y en todas las fiestas
el mejor bailarín.
El mejor navegante
de todo bergantín
y el mejor flautista
de todo flautín
Guarda ya tus sueños
en un maletín
chinito chiflado
cabeza de adoquín.
sobre un cojín
sueña que un día
será un mandarín
Sueña que te sueña
un sueño sin fin
a buscar su reino
se fue a Pekín
Vestido elegante
de capa y bombín
como todo un rey
se fue en palanquín
Se abrieron las puertas
al son del clarín
y el chinito loco
se metió al jardín.
Mucho fue el revuelo,
mucho fue el trajín
un nuevo monarca
tenía Pekín.
Dicen que además
era gran espadachín
y en todas las fiestas
el mejor bailarín.
El mejor navegante
de todo bergantín
y el mejor flautista
de todo flautín
Guarda ya tus sueños
en un maletín
chinito chiflado
cabeza de adoquín.
Para Laurita
Que lindos son los mohines
de tu pícara carita.
Un almacén de expresiones
en tus ojos y boquita.
Que grandes abres tus ojos
cuando hay algo que te admira
y cuando algo te apena
enrojecen con sal viva.
No entiendes de la maldad
mi pequeña distraída
nada ata a tus sentidos
más que el encanto y la risa.
Que nadie estorbe tu inocencia
elemental y cristalina,
que los ángeles del cielo
a todas partes te sigan.
de tu pícara carita.
Un almacén de expresiones
en tus ojos y boquita.
Que grandes abres tus ojos
cuando hay algo que te admira
y cuando algo te apena
enrojecen con sal viva.
No entiendes de la maldad
mi pequeña distraída
nada ata a tus sentidos
más que el encanto y la risa.
Que nadie estorbe tu inocencia
elemental y cristalina,
que los ángeles del cielo
a todas partes te sigan.
Una nana para Anita
Veo en ti, veo en ti
un jazmín y un alelí,
cuando se abren lentamente
tus ojitos, simplemente,
es un regalo para mí.
¿Dónde vas? ¿Dónde vas?
adelante y para atrás.
Tus pasitos saltarines,
agitados, bailarines
nunca se cansan jamás.
¿Y qué tocas, y qué tocas?
tus manitas primorosas
juegan, manchan, presurosas
de explorar todas las cosas.
Alitas de mariposas.
¿De qué ríes, de qué ríes?
tu boquita y tus mohines
y el sonido de tu risa
se esparcen como la brisa
que deja chocolatines.
De todas las niñas bellas,
la más bella es mi Anita,
dulce, alegre, encantadora,
en mi mundo, una estrellita.
un jazmín y un alelí,
cuando se abren lentamente
tus ojitos, simplemente,
es un regalo para mí.
¿Dónde vas? ¿Dónde vas?
adelante y para atrás.
Tus pasitos saltarines,
agitados, bailarines
nunca se cansan jamás.
¿Y qué tocas, y qué tocas?
tus manitas primorosas
juegan, manchan, presurosas
de explorar todas las cosas.
Alitas de mariposas.
¿De qué ríes, de qué ríes?
tu boquita y tus mohines
y el sonido de tu risa
se esparcen como la brisa
que deja chocolatines.
De todas las niñas bellas,
la más bella es mi Anita,
dulce, alegre, encantadora,
en mi mundo, una estrellita.
Ponte tus botitas
Ponte tus botitas,
tu saquito de hilo,
peino tus trencitas
y vamos de camino.
Cuando en la plaza
veas a un globero
un bonito globo
prenderé a tu dedo.
Un helado grande
de miel y frutilla
será el primero
que tenga mi niña
Sentada a la hamaca
al cielo te lanzo,
tu risa inocente
será un dulce canto.
Entre tantas flores
de un jardín de niños
mi pícara niña
es todo un cariño.
tu saquito de hilo,
peino tus trencitas
y vamos de camino.
Cuando en la plaza
veas a un globero
un bonito globo
prenderé a tu dedo.
Un helado grande
de miel y frutilla
será el primero
que tenga mi niña
Sentada a la hamaca
al cielo te lanzo,
tu risa inocente
será un dulce canto.
Entre tantas flores
de un jardín de niños
mi pícara niña
es todo un cariño.
José Ariel
¿Sabes, hijo mío? Hay veces que pienso
que no expreso mucho el amor que me anima,
porque eres un hijo que muy pocas madres
lo tienen de suerte, y todas lo aspiran.
Porque a tus dieciocho años ya cumplidos
nunca una pena de ti he recogido,
jamás se abrió tu boca para algún reproche
y en todo momento me has obedecido.
Estudias con ganas, en casa ayudas
y afuera trabajas y traes sustento,
en ti deposito toda mi confianza
y las cosas pequeñas te ponen contento.
Es un placer el que hablemos de todo
porque tú posees unos bellos modos.
.
No recuerdo nunca haber escuchado
que no expreso mucho el amor que me anima,
porque eres un hijo que muy pocas madres
lo tienen de suerte, y todas lo aspiran.
Porque a tus dieciocho años ya cumplidos
nunca una pena de ti he recogido,
jamás se abrió tu boca para algún reproche
y en todo momento me has obedecido.
Estudias con ganas, en casa ayudas
y afuera trabajas y traes sustento,
en ti deposito toda mi confianza
y las cosas pequeñas te ponen contento.
Es un placer el que hablemos de todo
porque tú posees unos bellos modos.
.
No recuerdo nunca haber escuchado
que pronuncie tu boca las palabras viles,
y en el caso raro de que algo te enoje
difícil es que ofendas y menos que grites.
Todavía me admiro a estas instancias
que seas el dueño de una gran temperancia.
Porque nadie en el mundo lo sabría mejor
te diré una cosa que nadie te dijo:
tú le das orgullo al nombre de “madre”
y llevas muy alto el nombre de “hijo”.
Por eso, José Ariel, hijo mío,
a Dios le reitero mi agradecimiento
porque desde la cuna te he dedicado
y Él no se olvida de cuanto yo anhelo
que un día estemos los dos en el cielo.
y en el caso raro de que algo te enoje
difícil es que ofendas y menos que grites.
Todavía me admiro a estas instancias
que seas el dueño de una gran temperancia.
Porque nadie en el mundo lo sabría mejor
te diré una cosa que nadie te dijo:
tú le das orgullo al nombre de “madre”
y llevas muy alto el nombre de “hijo”.
Por eso, José Ariel, hijo mío,
a Dios le reitero mi agradecimiento
porque desde la cuna te he dedicado
y Él no se olvida de cuanto yo anhelo
que un día estemos los dos en el cielo.
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