miércoles, 21 de diciembre de 2011

Ande apenas la vi fue tuito
un concierto e’ sonrisas,
mi cara mostraba prisa
por reflejar mi ansiedá,
nunca una moza en verdá
me puso loco a tal punto
que me sentí un mocito
a pesar de mi larga edad.

Hombre curtido en el campo
que aprendió a los bastonazos
que uno se ata un lazo
cuando confiao da el si..,.
¡pero ese color carmesí
que le pintaba la boca
me yamaba como loca
y atrás de eya me fui.

En sus ojos me perdí
y eya fue mi perdición…
imaginen la función
de una historia repetida
que apuró la despedida
con la cola entre las patas…
¡era casada la ingrata!
y jugaba de aburrida.

Ta bien, no vale naides la pena
una lágrima en mis ojos,
si bien yo fui su antojo
seré también su gran pena,
pues le hice entender de una
que eya fue la que perdió.
¡Ahijuna quien la parió
me trastocó la fortuna!

A trancos volví a mis pagos,
casi lo mato al overo,
mas huidor que viajero
este momento aciago.
Con el orgullo herido
y el corazón desangrao
me fui rumiando en silencio:
“Gaucho malevo ¡tan pavo!”

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