martes, 3 de mayo de 2011

Aprender a no pelear


 Tiene que haber un día
 en que le digamos a la otra persona
 “no nos enojemos”
 tratemos de cuidar lo que tenemos,
 preservarlo, atenderlo, acariciarlo.
 Debe de haber un día
 para cada uno de nosotros
 en que estas cuestiones se hagan realidad
 y no ceder ante la imposición de la soberbia
 para que al fin, no nos sintamos solos,
 para tener nuestro lugar en este mundo,
 para sentir que estamos vivos y satisfechos
 y que el fino hilo del que pende la felicidad
 se haga cada vez mas sólido e importante
 Y nos alegremos con eso.
 Debe de llegar ese día,
 debe, para todos nosotros;
 porque si eso no ocurriese
 pasaríamos como sombras
 al costado del camino
 que transitan sin pisar el suelo,
 anunciando sus presencias infecundas,
 y mostrando sus caras mas oscuras:
 el vacío y la ausencia.

Poeta cautivo

Me enfermo de pasión y de locura
al punto que de no escribir me muero,
mi esencia me conduce al desespero
y dudo que encuentre cualquier cura.

Tal vez sea así, dejando en la escritura,
el exceso que me tiene atormentada
hacer versos que me suben de la nada
me aligeren esta autócrata  estructura.

Y por esta inclinación que me desborda
que me posee piloteando sueños locos
 no me acuerdo de dormir ni de comer,

cualquiera que lo  impida me estorba,
es algo que comprenden unos pocos
y me colma de entusiasmo y de placer.

lunes, 2 de mayo de 2011

Es mi forma de pensar, pensar en nada
cuando tomo una pluma y un papel
y los versos se me escapan como el agua
cuando pienso solamente...y solo en él


Te sientes muy solitario?
No te ocupes ni preocupes
Toda cita tiene horario
Todo hablar, su abecedario.
Toda hora su disfrute



Amarlo a usted

¿Qué gana al desierto el fresco tesoro
de un poco de agua para tanta sed?
¿Qué puede aportarme el ave canoro
que no lleve dulces palabras de usted?

¿Qué tiene la vida en su viaje incesante
si nunca alcanza a sus pasos seguir?
bien que se confunde en mi marcha errante
y todos los días es un continuo partir.

Su emoción no es mía, ni su risa loca,
ni sus pensamientos buscan mi favor.
Soy en su camino apenas la roca
que por no chocarla, huye con pavor.

Nube, nube, nube, viento, viento, viento
llevadme a los cielos que quiero soñar
que alza sus ojos hacia el firmamento
y mira a la estrella de mi amor brillar.

Perdón, nada he dicho, disculpe mi pena,
la desesperanza bestial me hace errar
pero en su vida, no encontrará nunca
quien sepa amarlo como yo se amar.

¡Locura!

Dibujo a lápiz de Humberto Lamberti

Mi amor es como un río que urgente y sin permiso
me lleva al sacrificio de verte nuevamente.
Un río de surgente con aguas agresoras
que están a toda hora hablándome de ti,
Pero no siempre fue así, pues yo vivía en calma,
gozándome en el alma la dicha de vivir.

Pero en  un fatal día deseé sin conocerte,
acaricié un sueño hasta que lo parí;
burlándote de mí me diste tus amores
que eran como flores de una tarde de abril.

Dolor, locura insomne, me llevó al desespero
de pedirte a los ruegos “no te apartes de mi”
¡y para que lo pedí! fue como pedir al diablo
que me requirió en cambio el pago de sufrir.

¿Qué hice? Lo acepté, sin un solo reproche,
y atado como un broche te tuve a mi lado.
Botín solicitado, la caja de Pandora,
que ahora me devora como animal cebado.

Rodé hasta la muerte, aquella que he deseado
por tener a mi lado tu estampa omnipresente.
Atroz este presente, y tengo por pagado
mi afán desesperado, mi mal, mi mala suerte.






viernes, 29 de abril de 2011


Tu promesa perpetua me esclaviza
la que un día en intrépida osadía
arrojaste en mi vientre que ardía.
y mi mente no usó lógica y si prisa.

Mas luego tu adiós me sonó a risa
y en el fango arrojé mis ilusiones.
Ellas eran un puñado de ficciones
y mi actuar, un salto en la cornisa.

Pero aún, así, con todo, sigo atada
con ingenua candidez y desespero
en aquellas promesas ya marchitas.

que renacen cuando viene la alborada
y asesinan con los rayos de un lucero.
La infamia que me hiciste fue gratuita.

El silencio es, que decreta,
que muera quien no haya hallado
para su amor, un poeta.

jueves, 28 de abril de 2011

Hiaku


Y callaste… nos callamos,
no hacía falta explicaciones
y en silencio nos miramos.

Cuando algo ya agoniza
es mejor dejarlo a un lado,
el amor está en cenizas.

lunes, 25 de abril de 2011

Cáliz de madre


De los cálices que acunaron sangre
el cáliz mas preciado fue el de ella,
pues ella me ha enseñado tantas cosas
que en un libro, no creo, todas quepan.

Su dulce compañía recordaba
la del pastor que a las ovejas quietas
cantaba con acordes de una flauta
y luego las llevaba hacia la acequia.

Su consejo oportuno era un tesoro
que ponía gustoso en mi diestra
y la fuerza que anima en las mañanas
la llevaba apretadita a mi siniestra.

Fue triste perder su compañía,
fue ingrato quedar sin su presencia
fue duro rehacernos, los hermanos,
pero sabíamos que la madre estaba vieja.

Y al cáliz que acunó su sangre
lo enterramos bajo un árbol en la huerta
y repartimos en nuestros corazones
el amor que aún palpita estando muerta.