martes, 2 de agosto de 2011

Edy


Dormido sueño que el alma espera
y deteniendo toda carrera
va agigantando la sed de amar.
Oculta musa de mis sentidos
fue escribiendo cada latido
que ensayaban un despertar.
Pálida luna fuiste culpable,
como el roce y el verbo afable
que acrecentaban tanto soñar.
¡Ven a mis brazos, no te detengas!
la vida es breve y nuestra senda
la poblaremos de amor y paz.