no puedes salvarte del destino
y por más que el sol salga divino
sobre justos e injustos cada día
sigue andando tú en mansedumbre
mientras ese mismo sol todo lo alumbre
hasta el momento que preceda a tu partida.
Que para ti lo virtuoso sea consuelo
y la impiedad no te cubra como un velo
que confundan tu mente y tu sentir.
busca la corona incorruptible
más que toda joya adquirible
y te será más dulce el acontecer
de aquellas injusticias venideras
que a todo ser piadoso espera
y que la venganza sea de Dios, y no de ti.
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