lunes, 24 de enero de 2011

Guardiana de tus sueños

Duerme, amor, ya es muy tarde,
cierra tus ojos cansados,
déjame estar y velar a tu lado,
contemplando arrobada tu imagen,
acariciando tus labios divinos,
con mis pensamientos…como me imagino;
fundiéndome en el calor que irradias,
muy cerca a tu rostro sereno.
El aire se leva en ese momento,
cuando tú, dormido, cuando yo, despierta,
soy señora y dueña de cuidar tu sueño.
Y en la penumbra de la habitación,
bañada apenas de luz de un lucero,
para no dejar que te vayas solo
en sopor profundo que te lleva lejos,
me acerco a tu boca en febril delirio
y, cuando sonríes, me subo a tus sueños.