sábado, 29 de enero de 2011

Hastío

Lo que por ti siento cuantas veces llamo
con mis pensamientos a un cruel tirano
que oprime mi yugo, mi ánimo cansa,
me tira por tierra, me quiebra la lanza,
me pone ataduras, me da bofetadas.
Soy el holocausto que luego descartas.
Lo que por ti siento apenas alcanza
para darme cuenta que la espera es larga,
que mejor sería desatar las cabras,
esas, que en corrales están prisioneras
y dejarlas libres sobre un verde prado
de oloroso verde que bebe el rocío
que humedece al alba.
Para ser directa: tu sola presencia
me asfixia, me espanta.
Sentirme a las puertas de una esperanza,
perfume de pinos, aromas de vainas
que al punto expelen sus semillas mágicas,
la piel de la rosa, el viento en mi cara
anima mi canto, sosiega mis ansias.
¿Tanto hemos cambiado?
No crecimos… ¡nada!