¿Qué pasó con ese cielo
que me daba tu cariño?
¿Se perdió en la rutina,
o se extravió en el olvido?
¿mis caricias no alcanzan
para sentirte complacido?
¿O acaso ya olvidaste
cuanto te inspiraba el vino
que corría por mis venas,
como un torrente bravío,
y en toda mi piel escribías
aquellos versos prohibidos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario